Muchas veces los padres quisieran que sus hijos adolescentes pasaran el día encerrados estudiando, de modo de incrementar el rendimiento escolar; sin embargo, esto no es conveniente, ni sano. La verdad es que los jóvenes necesitan ejercitarse continuamente, lo que beneficia al cuerpo y a la mente. Así que, de manera indirecta usted puede motivarlos a prepararse mejor para la vida con retos deportivos y trofeos económicos personalizados.
Una idea sería instituir competiciones de fútbol entre los jóvenes del vecindario. Empiece organizando varios equipos y entrénelos en vías de aumentar sus destrezas y habilidades. Ahora, suponga que se les exige que para mantenerse activos tienen que logran resultados académicos que superen un mínimo y luego muéstreles una foto de la copa de reconocimiento que recibirán los ganadores.
La combinación de la exigencia física con el reto intelectual y la posibilidad de recibir un premio real en una ceremonia pública, los motivará como nunca para salir adelante; y no solo se beneficiarán sus hijos, sino también los de sus vecinos. Se trata pues de una plausible labor social que será muy bien vista por toda la comunidad y que pronto podría difundirse incluso por las redes sociales creando una tendencia.
Una institución educativa de cualquier nivel, aunque no sea muy grande, puede utilizar el interés de los jóvenes por las actividades al aire libre y su deseo de destacar para mejorar sus logros. El campeonato anual de fútbol, el entrenamiento periódico y la seguridad del bien merecido trofeo a los triunfadores, obrará maravillas en el índice académico promedio de la escuela.
¿Por qué fútbol? ¿Pudiera ser béisbol, voleibol o baloncesto? Sí, pero estamos hablando de un deporte que por lo general gusta a todos, suficientemente retador y gratificante como para que un buen porcentaje de los estudiantes se entusiasme. Además, es una actividad que, al igual que las otras, desarrolla el espíritu colectivo, el trabajo en equipo y ciertas destrezas mentales que también les resultarán útiles con las matemáticas y otras materias escolares.
Desde el punto de vista físico, las carreras en el terreno, la habilidad con el balón, el esfuerzo de los 90 minutos de juego reñido, etc. serán suficientes para transformarlos en buenos atletas con una salud excelente. Asimismo, los dejará adecuadamente cansados de manera que duerman tranquilos y dispuestos a separarse de los infaltables dispositivos electrónicos.
Quizás en este momento haya notado que no todos los estudiante se van a motivar con esto; cierto, habrá algunos que prefieran algo más pasivo como el club de ajedrez, un taller de arte escénico o el karate. De nuevo, dado que la meta es incentivarlos a estudiar, cada idea es aceptables y, de hecho, ya se desarrollan en muchas instituciones de educación media y superior. Lo importante es entregar siempre trofeos económicos a los ganadores.