Para muchos, las competiciones deportivas no son más que eventos de entretenimiento y una forma en la que algunas organizaciones acumulan trofeos económicos. Pero ¿es cierto que solo son actividades banales, o por el contrario sus aportes van más allá del espectáculo?
Hay mucho sobre estos torneos que los espectadores no vemos. Y es que, detrás de cada uno, hay un despliegue de organización de la que surgen diversos aportes, especialmente en el campo laboral. Los campeonatos, copas y ligas son fuente de empleo y, mientras mayor es su alcance, mayor es el número de personas que pueden beneficiarse de esta manera.
Adicionalmente, gracias a las competiciones los niños desarrollan su interés en convertirse en atletas. El hecho de que Lionel Messi, Cristiano Ronaldo, Rafa Nadal o Roger Federer sean modelos que seguir por lo más pequeños de la casa se debe a que han llamado su atención mediante sus logros en dichos eventos.
El interés de los niños por las actividades deportivas se traduce en beneficios para salud física y mental. Pero no solo eso, sino que, además, contribuye a su formación en valores como la disciplina, el trabajo en equipo o la responsabilidad, entre otros.
Al hablar de la utilidad o propósito de los torneos, es importante referirse a sus aportes al deporte. Las diversas ocupaciones que pueden calificarse como oficios o profesiones se caracterizan porque tienen elementos que atraen a quienes las realizan.
Si no se organizaran campeonatos o ligas, desaparecían muchos de los elementos que hacen del deporte una actividad atractiva. Y es que la rentabilidad de este como profesión depende de los ingresos generados en tales eventos. Asimismo, la posibilidad de superación de un atleta está relacionada en gran medida con los encuentros que tenga con otros competidores.
Sin torneos, hacer carrera deportiva ya no sería una opción que atrajera a los jóvenes y les diese garantía de un futuro estable. Simplemente, se convertiría en un hobby que las personas realizarían cuando necesitasen distraerse y se perderían así los diversos beneficios que el carácter profesional de este aporta.
Por otra parte, la entrega de trofeos y otros premios es un gran incentivo al éxito. En todos los niveles, pero específicamente en aquellas competiciones que permiten destacar en el ámbito nacional o mundial, estos sirven para que los países inviertan en mejorar la calidad de sus deportistas.
No podemos negar el carácter recreativo de las competiciones deportivas. Sin embargo, tampoco puede ignorarse que, detrás de cada una de ellas, hay atletas que durante meses se esfuerzan para alcanzar óptimos resultados. Son personas apasionadas por lo que hacen, profesionales que de diversas formas aportan a la construcción de una mejor sociedad.